Del Río Tinto al Neretva Vallis

La llegada del Rover Perseverance a Marte, abre, esta vez sí, la carrera por la búsqueda de vida pasada o presente . Hasta ahora las misiones anteriores se habían dedicado a actividades geológicas, busqueda de agua, conocimiento de la atmósfera y clima marciano, o pruebas tecnológicas, pero no se habían dotado de los instrumentos necesarios para la detección de la vida o sus restos, Perseverance por fín está destinada a la búsqueda de la vida.

Marte tuvo en su inicio una evolución parecida a la de la Tierra, con atmósfera y grandes océanos de agua líquida, así era Marte cuando se inició la vida en nuestro planeta, posteriormente, al ser de un tamaño menor que la Tierra su interior se fue enfriando y solidificando perdiendo la capacidad de mantener un campo magnético que  protegiera su atmósfera, así mientras la tierra lo mantenía y proseguía con la evolución de la vida en Marte la atmósfera se fue disipando, el agua líquida fue desapareciendo de la superficie y el planeta se transformó en un páramo frío y seco.

En la Tierra en el periodo en el que Marte tenía atmósfera y océanos, ya existía la vida en en sus formas más primitivas por lo que en Marte, con un inicio similar en aquella época también pudo surgir ese mismo tipo de organismos, y eso es lo que quiere comprobar el Perseverance, la existencia de vida antigua. Las investigaciones en el Río Tinto en las últimas decadas han jugado un papel muy importante en la conquista de Marte, recordemos que estas investigaciones han demostrado lo fuerte que puede ser la vida una vez iniciada y su adaptación a las situaciones más extremas, en el caso de la vida en el Río Tinto.

En las siguientes imágenes podemos ver la diferencia de densidad del agua del Tinto y el agua dulce que se puede apreciar en la desembocadura de la Rivera del Coladero, aguas abajo de Berrocal. Se estima que el agua que existió en Marte debía tener un alto contenido en sales y que todavía existe agua líquida en el subsuelo, de hecho se ha podido comprobar por fotos de satélite como surgen en determinadas épocas del año afloraciones de agua líquida desde capas del subsuelo en laderas de varios cráteres.

La vida, aunque sea microscópica, deja rastros identificables con la tecnología actual o incluso a simple vista, de hecho en nuestro planeta con una atmósfera muy abrasiva, con fuertes vientos y lluvias, estos restos de vida primitiva son todavía reconocibles a simple vista, como ejemplo podemos tomar en nuestro Río Tinto los estromatolitos, estructuras minerales formada por carbonatos que crean las cianobacterias. En La Tierra se han encontrado estructuras de este tipo que se remontan hasta 3.700 millones de años. En las siguientes imágenes podemos apreciar estromatolitos actuales del Rio Tinto.

Este tipo de restos, entre otros, son los que va a empezar a buscar Perseverance, una vez se interne  en el antiguo delta del antiguo río Neretva, el hermano marciano de nuestro Río Tinto. Si encuentra vida pasada es más que probable que puedan continuar existiendo formas de vida primitiva en el subsuelo o en cuevas subterráneas donde todavía haya agua liquida y protección de la radiación exterior. En el nacimiento del Río Tinto se han encontrado organismos a más de 600 metros de profundidad donde sólo cuentan con agua y sulfuros para sobrevivir igual que en algunas zonas de Marte.