La vida de Antaño
No hace tanto tiempo, la vida en Berrocal no era muy diferente a la de siglos atrás, muchos de nosotros hemos conocido todavía los últimos estertores de una forma de vida que ha ido cambiando aceleradamente en las últimas décadas y que merece que preservemos al menos la historia y los conocimientos que esa forma de vida dura nos proporcionaba.
El medio donde han desarrollado su vida generaciones de berrocaleños, es un medio duro, aislado del resto del mundo que ha creado una idiosincrasia propia. Un entorno formado por montañas que no permitía el desarrollo de la agricultura más que en pequeños terrenos ganados al monte para sembrar unos pocos cultivos de subsistencia, probablemente el mayor recurso era la abundante caza que permitía disponer de carne durante todo el año cuando no había electricidad o forma de conservar la carne más que la salazón.
En este artículo vamos a repasar cómo subsistía un berrocaleño medio en un entorno tan hostil del que cuesta extraer los recursos necesarios para la vida.
Autarquía
Especialmente antes de la existencia del ferrocarril minero, Berrocal era un pueblo aislado, había que apañárselas como se pudiera, así que gran parte de los elementos necesarios había que hacerlos con los materiales disponible en el entorno, por suerte madera y piedra no faltaban, junto con el corcho proporcionaban la materia prima para construir casas, puertas, ventanas, muebles básicos, fregaderos de corcho, tapones y tapaderas o taburetes -corchuelo- sillas, colmenas de corcho…
Debido a lo agreste del terreno, nunca hubo una gran población en Berrocal, los recursos del entorno no permitían sustentar más que a unos cuantos centenares de habitantes, eso sí los berrocaleños tenían a cambio una amplia extensión de terrenos que necesitaban para vivir, estando estos bastante repartidos entre las familias del pueblo, pensemos en que el término municipal tiene 126 Km2, a repartir entre unos pocos centenares de habitantes, era y es habitual que cada familia tenga unas cuantas fincas repartidas por el término , lo que obligaba a tener caballerías para los largos desplazamientos a las finca y el transporte de los productos y enseres y una casa en dichas fincas para poder quedarse en determinadas temporadas -saca de corcho, cría del cerdo, carboneo…-
No podemos olvidar a los perros que siempre han acompañado al hombre de campo ayudándolo en la caza y en su seguridad y dándole compañía, ni de los gatos encargados de eliminar los ratones en las casas.
¿De qué se vivía?
Excepto algunos artesanos, pequeños industriales y comerciantes, y descontando los que vivían del entorno del ferrocarril a partir de 1.874, los medios de vida de la mayoría de los berrocaleños eran los mismos, una economía de subsistencia en base a sacar los frutos de la tierra y las fincas forestales que cada familia tenía.
Cada familia, unas más y otras menos, tenían varias fincas como hemos dicho, por lo que necesitaban tener alguna caballería para poder desplazarse a las mismas y acarrear los productos, normalmente eran una o varias mulas pero podían ser también caballos o burros. Las fincas daban generalmente como producto el corcho que servía para su venta al exterior y para producir objetos de uso diario o colmenas
Para alimentarse había que tener algunas cabras, preferentemente, para obtener leche y carne durante el año, junto con unos cuantos cerdos -cochinos- para tener carne en invierno y el resto del año en forma de jamones y embutidos -o tocino y huesos para enriquecer los caldos-, de la grasa del cerdo se obtenía el jabón para lavar mezclándolo con Sosa. No podían faltar un gallinero con sus gallinas para obtener los huevos y la carne, además de producir el abono necesario para el huerto que cada familia debía tener para obtener verdura y fruta. La dieta se completaba con la caza, abundante en los alrededores del pueblo ya sea de aves como caza mayor y con otros frutos del bosque como las setas disponibles desde otoño a primavera y de gran calidad, espárragos trigueros, moras, madroños… lo que hoy son hobies o aficiones, no hace tanto era la manera de sobrevivir de nuestros antepasados -caza, búsqueda de setas, huerto, dulces-
Para endulzar no había problema puesto que el entorno permite un amplio desarrollo de las colmenas y siempre se ha producido abundante miel, siendo así, la mayoría de dulces típicos del pueblo se elaboran a base de miel.
En pequeños terrenos se plantaban otros productos de secano complementarios como olivos para el aceite y las aceitunas, garbanzos para los cocidos o cereales para alimentar al ganado o elaborar harina para el pan, el trigo se molía finalmente en los dos molinos que tiene el pueblo y el pan se elaboraba muchas veces en hornos propios de la casa.
Combustible y agua
Nuevamente los bosques del término proporcionaban la leña necesaria para chimeneas ,y para cocinas cada uno se hacía su propio carbón vegetal, que servía también para calentarse en invierno en las mesas camilla.
Por su parte el agua se sacaba de los pozos que tenían muchas casas o de las fuentes que había en los alrededores del pueblo que se debían acarrear en cantaros con las caballerías propias.
Este tipo de vida obligaba a cada familia prácticamente a ser autosuficiente y a saber hacer de todo, albañil, carpintero, colmenero, agricultor, ganadero, carbonero, iba la supervivencia con ello. En definitiva una vida dura con muy pocos momentos de asueto, prácticamente reducidos a los días más señalados de fiestas religiosas o momentos tradicionales como la matanza del cerdo o las fiestas del final de la cosecha.
En parte, las hermandades de la Cruz, son una forma de agruparse para sentirse seguro, la seguridad social de aquella época era la familia y la hermandad entre sus funciones se podía encargar en caso de necesidad del entierro y de las misas de sus hermanos menos pudientes, porque hasta no hace mucho el entierro era una de las preocupaciones vitales de las personas a lo que en muchas ocasiones se destinaba una parte de los poco ahorros que se podían tener.
No está de más recordar esta forma de vida para compararla con la vida actual y tener la suficiente perspectiva.
By Berrocal Rural
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Muy interesante el texto y espectacular las fotos. Habrá que leer detenidamente el resto de publicaciones.
Enhorabuena¡¡